Una palabra sobre la vida y las cosas
 

           

 

sin accidente

        No hay accidentes con el Señor. Nuestro Dios es muy preciso en todo lo que hace. Él nos hizo y nos conoció y planeó nuestras vidas antes de que naciéramos. Dios nos conoció antes de que estuviéramos en el útero. No hay nada acerca de nosotros que Dios no sepa. Algunos de nosotros pasamos la vida deseando poder cambiar esto o aquello de nosotros mismos. Nos perdemos mucho de lo que Dios quiere hacer por nosotros porque estamos buscando algo diferente o mejor en nuestras vidas.

      Una joven iba a conocer a los padres de su prometido por primera vez. Eran conocidos como personas exigentes y no muy fáciles de impresionar. Estaba nerviosa por eso, pero se aseguró de que su ropa estuviera planchada y de que se viera lo mejor que pudiera. Al salir por la puerta, tiró una lata de refresco y se le cayó en los zapatos y en la pernera del pantalón. No tuvo tiempo de cambiarse, así que se limpió lo mejor que pudo y siguió su camino. En la casa de los padres de su prometido, conoció a los padres y se sentaron y hablaron por un rato. Tuvieron un perrito durante muchos años. Luego, durante algún tiempo, este perrito yacía a los pies de esta joven dama. Entonces el perro siguió a la joven por la casa y nunca se apartó de su lado. Durante dos horas el perro fue su mejor amigo. La señora de la casa le dijo a la señorita que habían tenido muchas personas en la casa y usted es el único al que le ha tomado cariño este perro. No se dio cuenta de que al perro le gustaba el olor a refresco.

      A veces tenemos un accidente, como una lata de refresco derramada y estamos molestos por eso. Cuando tal vez Dios está dirigiendo nuestro camino para ayudarnos en nuestro momento de necesidad. No hay accidentes con Dios. Oramos para que suceda esto o aquello y cuando sucede pensamos que fue una coincidencia y no le damos a Dios lo que le corresponde por ayudarnos. Cuando le pedimos ayuda a Dios, no es un accidente que obtengamos respuesta a nuestras oraciones. No eres un accidente. Eres un hijo de Dios y Él cuidará de ti.


      Nueva versión King James
Jeremías 1:5 "Antes que te formase en el vientre te conocí; antes que nacieras te santifiqué, te di por profeta a las naciones".

      Nueva versión King James
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

      Nueva versión King James
Salmos 121:8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.